Santiago de Chile, 16 may (EFE).- Tras pasar la noche custodiadas, las urnas volvieron abrir este domingo en el segundo día de votación en Chile para elegir a los 155 ciudadanos que redactarán una nueva Constitución que reemplace a la actual, promulgada en dictadura, en una jornada en la se espera una participación alta.
Más de tres millones de chilenos, el 20,5 % del electorado, votó el sábado en la primera jornada de unos comicios considerados los más importantes desde el plebiscito de 1988 que puso fin a la dictadura de Augusto Pinochet.
"Los más de 23.000 efectivos de las Fuerzas Armadas cumplieron a cabalidad la custodia de los votos durante la noche en los 2.731 locales de votación del país sin reportarse incidentes", indicó el ministro de Defensa, Blado Prokurica.
Las elecciones, que iban a celebrarse en abril pero fueron pospuestas por la pandemia, se celebran en dos días para evitar aglomeraciones --algo insólito en Chile-- y los electores también votarán por autoridades locales y gobernadores regionales, una figura que hasta ahora era designada por el Ejecutivo.
EL DESAFÍO DE LA PARTICIPACIÓN
Según expertos, la cifra de participación del sábado es "potencialmente alentadora" si se toma en cuenta que las municipales de 2016 registraron una participación del 35 % y que los domingos son los días por excelencia de votación, aunque esta vez las urnas cierran a las 18:00 hora local (22:00 GMT).
Las constituyentes son producto del histórico plebiscito de octubre en el que el 80 % de los chilenos decidieron enterrar la actual Carta Magna, heredada del régimen militar de Augusto Pinochet y foco de críticas durante las masivas protestas de finales de 2019.
En el referéndum votó el 50,9 % del padrón, lo que representa la más alta participación desde que el voto se volvió voluntario en Chile en 2012, y se espera que la cifra de participación total de estos comicios ronde la mitad de los 14,9 millones de electores.
Para la investigadora principal del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), Emmanuelle Barozet, la abstención la marcará principalmente la pandemia, que ya deja más de 1,2 millones de infectados y casi 30.000 muertos.
En octubre --dijo a Efe Barozet--, muchos mayores se quedaron en casa por miedo al contagio, pero ahora están vacunados y, teniendo en cuenta que son los más participativos, "se pueden esperar cifras altas".
Jaime Abedrapo, director de la Escuela de Gobierno de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián (USS), cree que ya no hay tanta "efervescencia participativa" como en octubre y que el aplazamiento de las elecciones ha desinflado los ánimos.
"Ha habido mucho ruido ambiente en los últimos meses, con una agenda política e informativa marcada por los retiros de pensiones y la pandemia y ha sido muy difícil colocar los mensajes constituyentes", indicó a Efe el experto.
¿CONSEGUIRÁ LA DERECHA EL TERCIO?
La convención tendrá 17 escaños reservados para los pueblos indígenas y será paritaria, algo tan singular en el mundo que convertirá en unos meses a Chile en el primer país en tener una Carta Magna escrita a partes iguales por hombres y mujeres.
Se han publicado pocas encuestas sobre los resultados de los comicios, aunque la clave estará en si los defensores del actual modelo económico conseguirán un tercio de los escaños, cifra imprescindible para influir en la construcción de las nuevas reglas del juego.
"Es muy probable que la derecha obtenga el tercio de los escaños porque históricamente siempre lo ha tenido y además va cohesionada en una lista, a diferencia de la izquierda, que va dispersa en muchas listas", explicó a Efe María Cristina Escudero, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
La nueva Constitución debe estar terminada en un plazo de nueve meses, prorrogable una sola vez por otros tres meses, y en 2022 deberá ser aprobada o rechazada en un referéndum con voto obligatorio.