Ciudad de Panamá, 22 abr (EFE).- La mitad de los países de Centroamérica afronta una nueva ola de la covid-19, con récord de personas en UCI en Costa Rica y un creciente número de contagios en Guatemala y Honduras, al tiempo que todo el istmo clama por un acceso equitativo y más rápido a las vacunas.
En la otra mitad de la región la situación parece estar más tranquila: Panamá habla de un "control" de la pandemia tras una "segunda ola" a finales de 2020; El Salvador destaca una "estabilidad" de los contagios, mientras que Nicaragua exhibe cifras muy bajas de casos y muertes que son rebatidas por una red de médicos voluntarios que dibujan un escenario más grave.
Estos seis países centroamericanos de habla hispana, con cerca de 48,5 millones de habitantes, altos niveles de pobreza y sistemas sanitarios históricamente deficientes, acumulan cerca de 1,1 millones de casos confirmados de la covid y 23.450 muertes en poco más de un año de pandemia, de acuerdo con los datos oficiales.
NUEVA OLA DE CONTAGIOS
Costa Rica, con 5 millones habitantes y un acumulado de 233.498 casos de la covid y 3.115 muertes, tenía ocupadas hasta el miércoles 277 del total 316 camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), la mayor cantidad desde que comenzó la pandemia, en medio un fuerte aumento de los contagios.
La ocupación de las camas de sala para pacientes leves y moderados llegaba el miércoles al 68 %, mientras que datos al 16 de abril pasado situaban la tasa de reproducción del virus en 1,20, lo que significa que por cada cinco casos positivos se contagian seis personas más, informó el Gobierno.
Guatemala, un país de 16,3 millones de habitantes y un acumulado de 216.329 contagios confirmados y 7.309 muertes - la mayor cifra de fallecidos de la región- declaró el miércoles un alerta roja en su red hospitalaria debido a un incremento de los casos que ha saturado los hospitales temporales.
Honduras, con 9,5 millones de habitantes, más 202.000 contagios confirmados y de 4.976 muertes, vive una situación grave, según fuentes médicas públicas y privadas, pues solo en lo que va de 2021 los casos suman 76.856 y los fallecidos 1.742, unas cifras que muestran una peligrosa tendencia alcista que hace temer por nuevos cierres y confinamientos.
CALMA EN PANAMÁ Y ESTABILIDAD EN EL SALVADOR
Panamá, con 4,2 millones de habitantes y 361.678 casos acumulados y 6.196 muertes, exhibe ahora "un control" de la pandemia tras la "segunda ola" que sufrió el país a finales de 2020 y que llevó a nuevos confinamientos y restricciones este año, dijo a Efe el director de la región Metropolitana de Salud, Israel Cedeño.
Desde en enero a la fecha, "hemos tenido una reducción de casi el 500 % en la casuística", declaró Cedeño, que sin embargo recordó que el país "aún está haciendo reaperturas de sectores económicos, por lo que existe la probabilidad de que haya un aumento de casos", cuya "incidencia se espera no sea tan pronunciada".
El Salvador, con unos 6 millones de habitantes, acumula 67.557 contagios confirmados y 2.082 muertos, y el titular del Ministerio de Salud, Francisco Alabí, dijo esta semana que en el país hay una "estabilidad" de contagios de entre 130 y 174 casos diarios y "una reducción en las letalidades" y un 70 % de disponibilidad de camas hospitalarias.
SE NECESITAN MÁS VACUNAS
Varios gobernantes centroamericanos aprovecharon la XXVII Cumbre Iberoamericana celebrada el miércoles en Andorra para pedir un acceso equitativo a las vacunas, cuya ausencia o llegada a cuentagotas boicotea los procesos de inmunización en la región.
Panamá, Costa Rica y El Salvador avanzan con un proceso continuo de vacunación al tener un acceso regular a las vacunas mediante acuerdos bilaterales, especialmente con Pfizer y la china Coronavac, y también por el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha enviado pequeños cargamentos de la de AstraZeneca.
Pfizer está haciendo entregas semanales a Costa Rica y Panamá, que iniciaron la vacunación el 24 de diciembre y el 20 de enero pasados y han aplicado al menos 698.327 y 574.212 dosis, respectivamente. Ambos gobiernos han señalado que la ausencia de más porciones impide acelerar el paso.
El Salvador, que había recibido pequeños lotes de vacunas de AstraZeneca y Pfizer vía Covax, dio un salto cuántico el pasado 28 de marzo cuando llegaron un millón de dosis del preparado chino Sinovac, y ya superó el medio millón de dosis aplicadas.
Pero se han quedado atrás Guatemala y Honduras, que han inmunizado a un puñado de personas gracias a las pocas dosis que han recibido de donaciones, y están a la espera de la llegada de lotes comprados de la Sputnik V de Rusia.
"El sistema Covax ha sido un fracaso (...) un pequeño grupo de países tienen todas las vacunas", protestó el presidente de Guatemala en el marco de la Cumbre Iberoamericana.
El Gobierno de Nicaragua ha informado de que aplicó en marzo pasado dosis de la Sputnik V donadas a una cantidad de personas no precisada, y el 6 de abril comenzó otra jornada de vacunación con "167.000 dosis Covishield que fueron donadas por India".