Quito, 12 ene (EFE).- Tras sufrir la crisis económica derivada de la pandemia, haberse contagiado dos veces de covid-19 y haber transitado por los tortuosos caminos de la depresión, el actor y cómico ecuatoriano José Pacheco vuelve a los escenarios con la obra unipersonal "Calladito, nunca más", en la que interpretará, ni más ni menos, que a trece personajes.
Para paliar la crisis económica, Pacheco fue uno de los primeros artistas locales en ofrecer espectáculos virtuales para entrar en los hogares con su tradicional humor en los tiempos de miedo pandémico de la covid-19, que también lo acechaban.
Pero cuando pensó que todo había pasado, y que comenzaba a levantar cabeza, su creatividad se aletargó en 2022, y llegó el silencio: "Me callé después de 20 años de hacer teatro, producción. No encontré por dónde empezar y por dónde ir", confesó en entrevista con EFE.
"Recién ahí mi cuerpo entendió que necesitaba callar. Es importantísimo callarse para volver a nacer, volver a crecer", dijo quien sintió que debía regresar a sus raíces.
Y en esa búsqueda, en los recovecos de la memoria encontró repetitivos momentos de infancia, adolescencia y madurez en los que amigos y familiares le pedían -sin éxito- que se mantenga en silencio.
"Siempre me decían que esté callado, pero no entendía ni para qué ni por qué", señaló Pacheco, que recién en 2022 aprendió a estar en silencio y comprendió que "hay cosas que es mejor callar", que hay que saber cuándo callar, pero también cuándo hablar.
SILENCIO, EL MEJOR PRETEXTO
Inmerso en el silencio, para Pacheco lo más duro fue lidiar con su ansiedad, "con la depresión que traíamos a cuestas la mayoría de personas en el mundo, y entender cómo lidiar con esta enfermedad que es súper silenciosa".
"Lo más duro es encontrar que, a veces, detrás de toda esta alegría y festividad necesaria para el teatro, está un ser humano desgastado, pero que igual, la vida continúa", comentó al considerar que los 15 años sin freno en los escenarios le pasaron factura.
Por eso entendió que había que "callarse y esperar" para reencontrarse y volver a las tablas, pues para él comunicar es una "necesidad vital".
Así, a sus 43 años y en medio del silencio, encontró trece personajes que ahora interpretará en una obra ecléctica en la que combinará música, baile y monólogos para reflexionar, también, sobre la "nueva realidad ecuatoriana".
"EL POBRE DIABLO ESTÁ SIN TRABAJO"
"Ahora es tiempo de hablar", señaló al avanzar que en la obra que presentará el próximo sábado en el Teatro San Gabriel, de Quito, llevará a las tablas -entre otros personajes-, al diablo, a ese al que se le suele achacar las fechorías de los humanos.
"Tenemos la creencia de que el diablo tienta para hacer cosas malas, para corrompernos, pero el pobre diablo está sin trabajo porque ahora prácticamente nacemos ya con ese chip" de la corrupción, se lamentó.
Y por eso ironizó: "¿Qué estará haciendo el pobre diablo?...todo es teletrabajo, solo supervisa por zoom ahora".
Aunque asegura no ser "apóstol de los valores y la moral por sobre todas las cosas", Pacheco (padre de tres hijos) sí ve indispensable "criar seres humanos que puedan coexistir con base en el respeto y el amor: de eso nos estamos olvidando".
Así, "Calladito, nunca más" serán 90 minutos de navegar entre ironías y crudas verdades para reflexionar sobre la sociedad actual, afectada también por "la otra pandemia: la de la corrupción", explica.
Entre risa y risa, la obra también busca una reflexión sobre la importancia de alejarse de los afectos al fracaso "con los que extrañamente nos quedamos los seres humanos", y sobre la necesidad de poner el foco en vivir el ahora y aprender a ver lo positivo, en especial después de una crisis como la provocada por la pandemia.