Barcelona, 5 feb (EFE).- Xavier Boixeda, fundador de las plataformas de venta de entradas Globick y Piaotiandi (distribuidora del Barcelona en China), considera que las reformas de sus estadios ofrecen potencial de crecimiento tanto al club azulgrana como al Real Madrid, una vez que la pandemia permita la vuelta del público.
Así lo explica en esta entrevista con EFE quien también fue responsable de los proyectos de desarrollo de las instalaciones del Barcelona durante los mandatos de Joan Laporta y Sandro Rosell. Además, Boixeda no descarta que antes de que finalice el 2021 el público extranjero pueda regresar a los espectáculos deportivos de la mano de la recuperación del turismo.
Pregunta: ¿China es un país que está especialmente interesado en el fútbol español?
Respuesta: Está sobre todo interesado en el Barça, el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Nosotros vendimos a agencias de viajes chinas mucha cantidad de entradas de partidos del Barça antes de la pandemia del coronavirus.
P: ¿Y algunos turistas chinos tienen como principal motivo de su viaje a Barcelona la experiencia de ver un partido del Barça?
R: Hay un sector que sí tiene como principal motivo el Barça, pero para la gran mayoría el partido es un complemento de su estada en la ciudad.
P: ¿Y en el caso de los turistas europeos?
R: En el caso de los del norte de Europa que vienen a pasar un fin de semana en Barcelona sí es habitual que el elemento central del viaje sea el partido del Barça.
P: Antes de la pandemia el 60% de los espectadores del Camp Nou eran locales y el 40% restante, turistas. Una vez pase la pandemia, ¿ve posible recuperar a medio plazo este nivel de asistencia foránea?
R: Creo que sí. Irá de la mano de una tendencia general de recuperación del turismo. Hay estudios que dicen que hasta 2024 no recuperaremos el estado del 2019, pero nadie sabe si la curva será más rápida o más lenta. Vivir una espectáculo en directo sigue siendo una experiencia incomparable. A pesar de que han mejorado las retransmisiones por televisión, ver fútbol en directo sigue teniendo la ventaja de ser una experiencia mejor.
P: ¿En Piaotiandi están vendiendo entradas para espectáculos de este 2021?
R: El cliente chino consideramos que como muy temprano empezará a volver en octubre de este año, pero prácticamente no se está vendiendo nada.
P: ¿Y en Globick?
R: De ventas hechas a los clientes europeos estamos a niveles muy bajos a causa de la incertidumbre de la pandemia. Aunque no estamos a cero.
P: Últimamente está sobre la mesa el debate sobre si los ingresos tradicionales para los clubes deportivos, sobre todo de fútbol, están llegando a su límite de crecimiento. El 'ticketing' es uno de ellos. ¿Usted considera que aún tiene capacidad de crecimiento?
R: El 'ticketing' seguro que es una fuente de crecimiento en los casos del Barcelona y el Real Madrid como consecuencia de los proyectos que tienen para sus estadios. Precisamente estas remodelaciones van en la línea de incrementar los ingresos y de ser explotados de una mejor forma. Pero cada caso tiene su especificidad. El Barcelona tiene un problema de producto VIP. El Camp Nou posee pocos asientos VIP y el producto no es tan bueno como el de otros estadios europeos y americanos. Cuando el Barcelona pase del 2 al 8% de asientos VIP en seguro que habrá un incremento de facturación por 'ticketing'.
P: ¿Y en el caso del Real Madrid?
R: Ya tenía una explotación VIP mejor que la del Barça, pero tiene más necesidad de mejorar el museo y las tiendas, todo aquello que no pertenece al día del partido, y la reforma del Santiago Bernabéu considero que va encaminada en este sentido. El Barça tiene más espacio físico.
P: En el Barcelona, entre otras funciones, usted ayudó a crecer el museo del club, el cual mediante el Camp Nou Experience (visita al museo y al estadio) recibía antes de la pandemia prácticamente 2 millones de visitantes anuales. ¿Cómo lo consiguieron?
R: Invirtiendo en hacer un museo mucho mejor que el que había. En 2009, bajo el mandato de Joan Laporta, se decidió hacer una inversión de unos 4,5 millones de euros para realizar una reforma absoluta y convertirlo en un espacio mucho más tecnológico e interactivo. La cosa funcionó y fue creciendo. Lo han explotado muy bien. Se han creado nuevos productos, como los Premium, y nuevos tipos de visitas para incrementar los ingresos aún más. Y fortalecieron aún más la relación con los operadores.
P: ¿Los turistas chinos que vienen al Camp Nou con Piaotiandi hacen el triplete de partido, Camp Nou Experience y tienda?
R: Nuestro producto estrella es el partido, pero hay agencias que también incluyen el museo en sus packs para los que son muy fans. Y la tienda es una visita inducida si vas al partido.
P: Usted, como responsable de los proyectos de desarrollo de las instalaciones del Barcelona, vivió el proyecto Forster de Joan Laporta.
R: Sí, y tenía muchas ganas de que se hiciera.
P: ¿Qué potencialidad tenía?
R: Parecido a la del actual Espai Barça. El Camp Nou pide a gritos una mejora. Al final desde dentro te diría que me daba igual el proyecto que fuera siempre que cumpliera unos mínimos porque ya se veía que era un estadio a explotar a causa de todas las opciones de mejora que había. Al final tienes unos propietarios que son tus socios y abonados que deben estar bien, cómodos y hacerles pagar unos precios relativamente bajos comparados con otros lugares de Europa.
Es una diferencia que tienes que mantener a la vez que trabajas para lograr el mejor producto comercial con el objetivo de generar ingresos. El Camp Nou ahora mismo es un estadio obsoleto por las dos vertientes: tanto la del abonado, al cual le faltan servicios, como la comercial, que no explota suficiente el día de partido y el resto de días.
P: Usted también vivió el nacimiento del Espai Barça en 2010 bajo el mandato de Sandro Rosell. ¿Qué opina del proyecto actual?
R: Creo que está muy bien hecho. El de Norman Forster quizá estaba más centrado en el Camp Nou, pero seguramente también hubiese estado bien.
P: ¿El Barça va tarde a la hora de modernizar su estadio?
R: Sí, aunque hay clubes que aún van más tarde. En su momento lo modernizaron el Bayern de Múnich, el Arsenal y el Tottenham, el Liverpool ha optado por ir haciendo ampliaciones, ahora el Real Madrid está modernizando el Santiago Bernabéu y el Milan y el Inter de Milán quieren hacer un estadio nuevo y aún van más tarde que el Barça.
P: En la precampaña electoral del Barça se ha llegado a proponer tirar al suelo el Camp Nou para hacerlo de nuevo. ¿Qué le parece?
R: No entraré a valorar si es buena idea o no, pero se deben coger referencias. En Los Ángeles se acaba de inaugurar el estadio más caro del mundo, el SoFi Stadium, el cual ha costado 5.000 millones de dólares. El Mercedes Benz Stadium, de Atlanta, costó 2.000 y el Tottenham Hotspur Stadium, 1.000. La reforma del Santiago Bernabéu, en cambio, costará entre 500 y 600 millones de euros, un 10% de la inversión en el SoFi Stadium.
Obviamente, hacer un estadio nuevo te da un grado de libertad brutal, pero hay que tener en cuenta la relación coste-beneficio y en la reforma del Barça seguramente no se llegará a los 1.000 millones. Además, los estadios son espacios con alma que generan vinculaciones emocionales. Tan solo hay que ver cómo cuando el Atlético de Madrid dejó de jugar en el Vicente Calderón para hacerlo en el Wanda Metropolitano, un paso que se debía dar, hubo un golpe emocional. Por otro lado, el Barça no está dispuesto a venderse los terrenos como hizo el Atlético.
Sergi Escudero
