Washington, 24 jun (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este jueves un acuerdo bipartidista para invertir 1,2 billones de dólares en infraestructuras a lo largo de ocho años en el país, aunque aún no hay garantías de que reciba el visto bueno del Congreso.
"Hemos alcanzado un acuerdo", dijo Biden en la Casa Blanca, acompañado de diez senadores demócratas y republicanos con los que cerró unas negociaciones que han durado casi tres meses.
El paquete está valorado en 1,2 billones de dólares a lo largo de ocho años, una cifra inferior a la que propuso inicialmente Biden en marzo, de 2,3 billones, y que la Casa Blanca tuvo que rebajar ante las críticas de los republicanos.
579.000 MILLONES EN NUEVAS INVERSIONES
El plan incluiría nuevas inversiones en infraestructuras por valor de 579.000 millones de dólares, entre ellos 312.000 millones de dólares que irían a parar al sector de los transportes para proyectos de carreteras, puentes, ferrocarriles, autobuses eléctricos, puertos y aeropuertos, entre otros.
"Este acuerdo bipartidista representa la mayor inversión en transporte público de la historia de Estados Unidos", aseguró después Biden, durante un discurso en la Casa Blanca.
La propuesta destina, además, 266.000 millones de dólares en nuevas inversiones para "otras infraestructuras", como el sistema de aguas, la banda ancha y la paliación del impacto de la crisis climática.
El mandatario indicó que el plan permitirá "la creación de millones de puestos de trabajo" en las labores de reconstrucción de puertos, aeropuertos, puentes y carreteras.
Biden reconoció que no había conseguido "todo lo que quería" en las negociaciones y prometió que presionará para conseguir "300.000 millones de dólares más en créditos fiscales" para aquellas empresas que tomen más medidas contra la crisis climática.
UN "GRAN PASO" EN EL PULSO CON CHINA
El mandatario describió el acuerdo como un "gran paso" en su "carrera con China", al recordar que Estados Unidos tiene que "avanzar rápido" si no quiere perder competitividad con respecto a Pekín.
"Este acuerdo envía la señal al mundo de que podemos funcionar, dar resultados y hacer cosas significativas", subrayó Biden.
Los demócratas cuentan con una ajustada mayoría en el Senado, por lo que se espera que necesiten al menos a diez senadores republicanos para sacar adelante la legislación.
Aunque es factible que consigan esos diez votos, Biden dejó claro que no firmará una ley sobre el tema si no va de la mano de otro paquete de gasto al que se oponen los republicanos, lo que puede complicar las perspectivas del proyecto.
"Si esto es lo único que me llega, no lo voy a firmar. Tiene que ir en tándem" con el plan de gasto, aseguró el presidente.
EL PAQUETE DE GASTO DE LOS DEMÓCRATAS
El coste de ese paquete de gasto que debería acompañar al plan de infraestructura podría ascender a 6 billones de dólares, según la propuesta del senador Bernie Sanders, aunque es probable que ese importe se reduzca considerablemente antes de su aprobación.
Los demócratas quieren aprobar ese paquete de gasto -que abordaría algunas de las propuestas de Biden para combatir la crisis climática, ayudar al cuidado infantil y otros programas sociales- mediante un mecanismo conocido como "reconciliación".
Esa vía permite aprobar algunas medidas que tengan relación con el presupuesto con apenas una mayoría simple de 51 votos en el Senado, justo los que tienen los demócratas, que podrían por tanto sacarlo adelante sin ningún apoyo de la oposición republicana.
Tanto la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, como las figuras clave del ala izquierda del partido, entre ellas Sanders, dejaron claro que no dejarán que el plan de infraestructuras salga adelante si no se aprueba también ese paquete de gasto más amplio.
"Habrá un proyecto de ley (de gasto). Lo que todavía no sabemos es qué coste tendrá", dijo a los periodistas el senador demócrata Joe Manchin, el más conservador de su partido y cuyo apoyo es clave para sacar adelante cualquier propuesta.
En las filas republicanas, muchos pidieron tiempo para estudiar el acuerdo recién alcanzado y prácticamente ninguno quiso comentar sobre los planes de los demócratas de aprobar unilateralmente un paquete de gasto y adherirlo al de infraestructura.
No obstante, uno de los senadores republicanos que negociaron con Biden dijo que había hablado con el líder de su partido en el Senado, Mitch McConnell, y que este le había dicho que estaba abierto a considerar el pacto recién alcanzado sobre infraestructura, algo que ha dado esperanzas a la Casa Blanca.