Madrid, 27 dic (EFE).- Alka Joshi nació en la India en una familia tradicional pero se crió en Estados Unidos, animada por su madre a rechazar las limitaciones que le habían impuesto a ella, algo que refleja en su novela "La artista de henna", en la que habla de la lucha de las mujeres "por ser valoradas, por ser escuchadas"
Editada en español por Maeva, "La artista de henna" es la primera de la trilogía de Jaipur, una novela que entró en los primeros puestos de libros más vendidos en Estados Unidos y que se convertirá en una serie de televisión.
En ella, cuenta la historia de Lakshmi, una joven que en 1955, con tan solo 16 años, escapa de un marido abusivo y se traslada a Jaipur, donde se convierte en la artista de henna más solicitada y en la confidente de las mujeres de castas superiores.
A Alka Joshi le sigue sorprendiendo "que los lectores de todo el mundo -mujeres y hombres de 26 países en los que se ha traducido 'La artista de henna'- conecten con la historia de la lucha de las mujeres por ser valoradas, por ser escuchadas, por ser apreciadas", explica en una entrevista con Efe.
La autora destaca el valor de la literatura para transmitir estos valores ya que, explica, el punto de vista de las mujeres a menudo se ignoraba, se malinterpretaba o se eliminaba deliberadamente de los textos históricos.
"En muchas culturas, a las mujeres no se les permitía leer o escribir; no podían registrar sus historias. Al reconstruir meticulosamente lo que está disponible e imaginar lo que no lo está, las escritoras de ficción están añadiendo la perspectiva femenina al canon literario, dándonos una imagen más completa de los acontecimientos que hasta ahora solo se contaban desde la mirada masculina", asegura.
Para construir el mundo de su protagonista, la escritora visitó la India cinco veces durante los diez años que tardó en escribir la novela.
"Mis padres, ambos nacidos antes de la independencia, se casaron en 1955 y nos criaron a los tres después de la independencia en Rajastán. Mi padre era un apreciado ingeniero que ayudó a reconstruir la India tras la marcha de los británicos; él contribuyó en gran medida a mi comprensión del clima político y económico de la época", recuerda Joshi, que entrevistó además a curanderos ayurvédicos, artistas de la henna, comerciantes y contemporáneos de sus padres.
La escritura de su novela le hizo descubrir cosas como "el hecho de que la India era una nación próspera y autosuficiente antes de la colonización británica. Que hindúes y musulmanes trabajan codo con codo en la India sin rencor. Que cuando la realeza perdió sus títulos tras la independencia, se dedicó a la política o a los inmuebles para sobrevivir" o que los maharajás solían desterrar a sus hijos naturales y adoptar a un príncipe heredero de una familia de su misma casta si su astrólogo lo aconsejaba.
Como dice la frase inicial del primer capítulo de "La artista de henna", agrega la autora, "la independencia lo cambió todo; la independencia no cambió nada". "Después de 1947, incluso cuando la India estaba experimentando una exuberante reconstrucción y crecimiento, la situación de sus mujeres había cambiado poco".
Y asegura que miles de lectores de todo el mundo le han dicho que ahora comprenden mejor lo que ocurría en la India antes y después de la independencia, "cómo la colonización afectó negativamente a los surasiáticos y lo mucho que ha trabajado la India para reconstruir las industrias y las infraestructuras que los británicos destruyeron".
Alka Joshi considera que, pese a los avances, "hay mucho que hacer por los derechos de la mujer en todo el mundo, incluso en Estados Unidos. Las mujeres siguen ganando entre un tercio y un cuarto menos que los hombres por el mismo trabajo. Las mujeres siguen encargándose de la mayor parte de las tareas domésticas, además de trabajar fuera de casa. La violencia doméstica, en la que la mayoría de las víctimas son mujeres, asola todas las culturas".
Carmen Naranjo