Después de haber estado en pausa debido a la pandemia, este mes de octubre se reanudará el repago de los préstamos estudiantiles federales. Ahora, un nuevo plan impulsado por el presidente Joe Biden, conocido como SAVE, promete reducir el monto de los pagarés mensuales.
Lanzado a principios del verano, el plan “Save on a Valuable Education” (Ahorro en una Educación Valiosa, SAVE por sus siglas en inglés) está disponible para la mayoría de las personas con préstamos estudiantes y fue diseñado con el objetivo de brindar un alivio significativo a quienes estén enfrentando dificultades financieras para cumplir con las obligaciones de su deuda universitaria.
Similar a otros programas basados en ingresos, SAVE calcula los pagos mensuales en relación con sus salarios y el tamaño del núcleo familiar, esto independientemente de la cantidad de deuda estudiantil pendiente.
Por ejemplo, una persona soltera que gane menos de $32 800 anualmente o alguien con una familia de cuatro y que obtenga menos de $67 500, bajo el plan SAVE sus pagos mensuales serán de $0.
Los prestatarios solo deben pagar una parte de los llamados “ingresos discrecionales”, lo que según define SAVE es la diferencia entre su ingreso bruto ajustado y el 225% del nivel de pobreza.
Generalmente, los planes existentes calculan los ingresos discrecionales como la diferencia entre los ingresos y el 150% del nivel de pobreza, lo que resulta en pagos mensuales más altos.
Según datos del Departamento de Educación, al momento de redactar este artículo, aproximadamente cuatro millones de individuos están participando del programa. La mayoría de ellos habían estado inscritos previamente en un plan de pago diferente (llamado REPAY) y fueron transferidos automáticamente.
Desde el 1 de septiembre de 2023 comenzaron a acumularse los intereses de los préstamos estudiantiles federales por primera vez desde marzo de 2020. Durante ese tiempo, las tasas se mantuvieron fijadas al 0% y las personas no estaban obligadas a realizar pagos mensuales.
El Departamento de Educación adelanta que para el próximo año se estarán implementando de forma gradual partes adicionales al plan SAVE. Entre estos se espera una reducción a la mitad en los pagos mensuales y en el tiempo requerido previo a una condonación de la deuda.
Después de realizar al menos diez años de pagos, el saldo restante del prestatario podría ser eliminado. Para los planes de pago existentes –basados en ingresos– es regularmente necesario que se pague durante al menos 20 años antes de evaluar cualquier cancelación de la deuda.
Biden había propuesto la cancelación de hasta $20 000 en deudas de estudiantes para personas de bajos y medianos salarios antes de que se reiniciara el cobro, pero el programa fue anulado por la Corte Suprema a finales de junio. A diferencia de este, el nuevo plan SAVE ofrece beneficios tanto a los deudores actuales como a futuros.
Dependiendo de cuántas personas se adhieran al plan, se estima que su costo oscile entre los $138 mil millones a $475 mil millones en diez años.
A modo de comparación, se esperaba que el programa de condonación de préstamos estudiantiles de Biden costaría alrededor de $400 000.
Para inscribirse en el plan SAVE entre al siguiente enlace: https://studentaid.gov/idr/.
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FOTO: (CC/Philip Taylor)