CLEVELAND, Ohio — Unos cuantos residentes de Cleveland salieron pacíficamente a reclamar lo que consideran una afrenta a sus derechos: el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos.
El gobernador Mike DeWine ordenó el 7 de julio de 2020 que condados identificados como “rojos”, obliguen el uso de dichas protecciones faciales cuando se encuentren en espacios compartidos. De no acatarse, primero se impondrán advertencias y si las personas persisten en desobedecer, recibirán una multa.
Al ser entrevistados, los vecinos adujeron que penalizar económicamente a quienes elijan no portar mascarillas sería considerado como un “abuso”.
Otros, incluso vaticinaron que ocurriría lo mismo con las vacunas.
En suma, afirmaron que debería quedar en cada persona si desean utilizar mascarillas o no.
Sin embargo, al ser interrogados sobre otras posibles alternativas de protección pública que no sea la mascarilla, la mayoría expresó que mantener la distancia era “suficiente”.
Hasta el momento, 12 condados han sido identificados bajo el “código rojo”, es decir, una emergencia pública por alta exposición y propagación.
El “código morado” es el más alto dentro de los cuatro niveles establecidos por especialistas de salud en el estado.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan el uso de mascarillas o paños cubreboca como “una simple barrera para ayudar a evitar que las gotas respiratorias lleguen a otras personas cuando alguien tose, estornuda o habla en voz alta. A esto se le llama control de la fuente [de contagio]”.
Los especialistas en epidemiología y enfermedades infecciosas de los CDC basan esta sugerencia de protección mutua, considerando el alto riesgo que representan esas gotas en la propagación del SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19.
Además, se ha tomado en cuenta evidencia de estudios clínicos y de laboratorio, donde se demuestra que –precisamente– la mascarilla o cubreboca reduce la transmisión del virus a través de gotas respiratorias.
“El COVID-19 se propaga principalmente entre las personas que mantienen contacto dentro de unos seis pies, por lo que el uso de mascarillas es particularmente importante en entornos donde las personas están cerca unas de otras o cuando se dificulte el distanciamiento social”, advierten los CDC.
