Santiago de Chile, 15 may (EFE).- Los 2.731 locales de votación abrieron sus puertas este sábado para dar inicio a los comicios más importantes de la historia reciente de Chile, en los que se elegirá a la convención que redactará una nueva Constitución que reemplace a la actual, vigente desde la dictadura militar.
La convención, integrada por 155 ciudadanos, tendrá 17 escaños reservados para los pueblos indígenas y será paritaria, algo inédito en el mundo y que convertirá en unos meses a Chile en el primer país en tener una Carta Magna escrita a partes iguales por hombres y mujeres.
Será, además, la primera vez en sus 200 años de independencia que Chile tenga una Ley Fundamental redactada por una convención ciudadana electa, pues los tres textos que ha tenido hasta ahora fueron escritos por órganos no elegidos en votación popular (1833, 1925 y 1980).
Las elecciones, que fueron aplazadas en abril por la pandemia, se celebran en dos días para evitar aglomeraciones y en momentos en que la pandemia remite en la mayoría del país y avanza el proceso de vacunación, con casi el 50 % de la población objetivo (15 millones) vacunada con las dos dosis.
"Vayan a votar, van a tener todas las seguridades para no contagiarse. Hemos vacunado a más de 9 millones de personas con al menos una dosis (...) Esto es un proceso inédito en Chile", dijo el ministro de Salud, Enrique Paris.
Los centros electorales estarán abiertos ambos días hasta las 18:00 hora local -con horarios especiales para los adultos mayores-, y las urnas serán selladas y custodiadas por más de 23.000 efectivos de las Fuerzas Armadas la noche del sábado.
La derogación de la actual Constitución, foco de críticas por su origen dictatorial y su sesgo neoliberal, fue decidida en un histórico plebiscito el pasado octubre y fue una de las principales demandas en las protestas de 2019, las más graves desde el régimen militar, con una treintena de muertos y miles de heridos.
Los partidos de derecha que forman la coalición oficialista acuden unidos a las elecciones con una lista única, lo que podría beneficiarles debido al sistema de reparto, mientras que la oposición de izquierdas no logró ponerse de acuerdo e inscribió varias listas.
También hay mucha presencia de candidatos independientes, como abogados, pensionistas, sindicalistas, feministas o académicas, lo que es una prueba de la desafección hacia los políticos, según expertos.
En paralelo a los constituyentes, los más de 14,9 millones de electores elegirán también a 354 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales, una figura que hasta ahora era designada por el Ejecutivo y que contribuirá a progresar en la descentralización del país.
Chile era uno de los dos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), junto con Turquía, que no elegía a sus autoridades regionales, como sí hacen vecinos como Argentina o Perú.