Los legisladores de Ohio están trabajando en el Proyecto de Ley 230 de la Cámara de Representantes, que permitiría a la policía realizar pruebas rápidas de drogas durante las paradas de OVI (operación de vehículo bajo la influencia). Con la inminente venta de marihuana recreativa en dispensarios autorizados, la necesidad de abordar la conducción bajo los efectos de esta droga se ha vuelto urgente.
El representante estatal Phil Plummer, uno de los patrocinadores de la HB-230, destacó la necesidad de establecer un nivel específico de influencia de drogas en conductores. El proyecto de ley, que cuenta con apoyo bipartidista, también busca aumentar las sanciones por tráfico organizado de drogas y permitir a las fuerzas del orden recolectar fluidos orales para pruebas de saliva, agilizando así el proceso de detección y procesamiento de casos de OVI.
El sheriff del condado de Cuyahoga, Harold Pretel, apoya la tecnología de prueba de saliva, destacando que podría acelerar el proceso de investigación y mejorar la seguridad en las carreteras. Sin embargo, aún no está claro cómo se financiarán estas pruebas, lo que preocupa a las agencias policiales que ya enfrentan dificultades presupuestarias.
Si se aprueba la HB-230, los conductores que se nieguen a someterse a las pruebas de saliva podrían enfrentar consecuencias similares a las de negarse a una prueba de alcoholemia, como la pérdida de la licencia por hasta un año. Aunque algunos legisladores se oponen, el gobernador Mike DeWine ha expresado su apoyo al proyecto de ley, que podría convertirse en ley si es aprobado por el Senado.