La última actualización del pronóstico de la NOAA señala un aumento en la probabilidad de un verano excepcionalmente cálido en Estados Unidos. Según el Centro de Predicción Climática, se prevé que la mayoría de los estados experimenten temperaturas por encima del promedio durante los meses de junio, julio y agosto. En el oeste, especialmente en Utah, Arizona, Nuevo México y partes de Colorado, las posibilidades de un calor inusualmente intenso oscilan entre el 60% y el 70%.
Sin embargo, hay una excepción en las Dakotas y partes de Minnesota e Iowa, donde las condiciones climáticas se mantienen dentro de lo esperado. A pesar de estas variaciones regionales, el panorama general sugiere un verano caluroso, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre la posibilidad de sequías, especialmente en áreas que han experimentado escasez de lluvias en los últimos años. Además, se prevé que el fenómeno de La Niña, asociado con condiciones de sequía y una temporada de huracanes más activa en el Atlántico, pueda intensificar aún más los desafíos climáticos en la segunda mitad del año.