Madrid, 8 mar (EFE).- El nombre de Marinus van Reymerswale no dice mucho, pero sus cuadros llevan décadas ilustrando manuales de economía y textos financieros. El enigmático pintor flamenco, que se dedicó a retratar el efervescente mundo financiero de Amberes en el siglo XVI, protagoniza su primera exposición en el Museo del Prado.
“Marinus: Pintor de Reymerswale” es una muestra de pequeño formato y se podrá ver hasta el 13 de junio en el museo madrileño. En total son una decena de cuadros protagonizados por abogados, recaudadores de impuestos, cambistas, banqueros y otros personajes que fueron retratados en enigmáticas escenas por este desconocido pintor.
“El cambista y su mujer” es una de sus obras más reconocibles y famosas de la muestra. Propiedad del Prado, ha sido restaurada para la ocasión junto al resto de sus obras, y es todo un icono de los libros de historia de la economía y de manuales financieros de todos los tiempos.
En ella, una mujer y su marido cuentan dinero ante una mesa repleta de monedas de oro, plata y libros de contabilidad. Los personajes aparecen vestidos con ropajes excéntricos, grandes sombreros coloridos y enigmáticos gestos caricaturescos.
Las escenas, muy teatrales, han sido tradicionalmente consideradas una “representación de la codicia” o un reflejo de la ambición, pero las investigaciones recientes pretenden ampliar esa concepción, según palabras de Christine Seidel, comisaria de la muestra.
Seidel, conservadora de pintura hasta 1800, disfrutó de una beca en el Prado de la Fundación Maria Cristina Masaveu Peterson en el Prado en 2018 para estudiar la obra del desconocido artista, que ha sido escasamente estudiado pese a la relevancia y a la originalidad de sus escenas.
La comisaria cree el conjunto de obras puede ayudar al gran público a conocer al autor y su obra, el ambiente financiero de la época, pero también la cultura material de su tiempo.
La muestra tiene como punto de partida los cinco cuadros que atesora el museo madrileño de Marinus, y se ha completado con otras cinco obras procedentes del Louvre, el Hermitage, el Thyssen-Bornemisza o el Museo de Bellas Artes de Gante, además de una pequeña colección de monedas y grabados de la época para contextualizar la obra del desconocido artista.
“Todos los cuadros han sido restaurados y estudiadas para la exposición”, explicó su comisaria. Aunque pequeña, la nómina de cuadros incluida supone más de un tercio de todas las obras atribuidas al autor en el mundo, al que solo se atribuyen 26 obras en todo el mundo.
El proceso de restauración de las obras en su conjunto ha ayudado a obtener nuevos datos sobre este autor poco conocido, sobre todo en lo relativo a su técnica de copiado, ya que sus obras solían ser repeticiones de una misma escena.
En la exposición hay dos versiones de “El cambista y su mujer”, y tres de “San Jerónimo en su celda”, claramente influenciados por los retratos de Durero.
“Hemos conseguido perfilar mejor la manera de pintar de Marinus -explicó-, cómo copia sus pinturas, usaba calcos y cuadrículas para repetir los motivos”.
Junto al magnífico “El cambista y su mujer”, se encuentra también escenas icónicas de Marinus como “El tesorero municipal”, que viene del Hermitage; y “Los recaudadores de impuestos” del Louvre.
En estos dos últimos aparecen dos personajes: mientras uno trabaja con calma, el otro mira al espectador con actitud desafiante. Todo siempre acompañado con multitud de libros e innumerables tipos monedas, que Van Reymerswale copiaba con sumo detalle.
La muestra “Marinus. Pintor de Remerswale” cuenta con el patrocinio de Mitsubishi y la Fundación Amigos del Museo del Prado.