Atenas, 6 mar (EFE).- La Policía griega reprimió este sábado nuevamente por la fuerza una manifestación en Atenas en apoyo de Dimitris Kufondinas, uno de los líderes del desaparecido grupo terrorista 17 de Noviembre, cuya vida pende de un hilo tras 58 días en huelga de hambre.
Después de cuatro días consecutivos con manifestaciones que las fuerzas de seguridad toleraron sin intervenir y a las que asistieron miles de personas, la táctica policial ha cambiado y tanto ayer como hoy la protesta fue disuelta con cañones de agua, gases lacrimógenos y bombas aturdidoras con el fin de evitar una gran concentración en la emblemática plaza Syntagma.
La policía llevó a comisaría para su identificación a mas de una decena de manifestantes, entre ellos el hijo de Dimitris Kufondinas, Héctor, presente en casi todas las manifestaciones celebradas hasta ahora.
Las marchas han sido convocadas por diversos colectivos, entre los que se encuentran abogados y juristas, que se han unido a las miles de voces que piden al Gobierno que cumpla la ley y traslade de cárcel al preso.
Kufondinas, condenado a once cadenas perpetuas, inició su ayuno para reclamar el traslado a la cárcel de Atenas donde pasó sus primeros 16 años de sentencia, ya que actualmente se encuentra en una penitenciaría de alta seguridad, a 250 kilómetros de la capital.
El hospital de Lamía, donde está ingresado, anunció el viernes que el huelguista de hambre y sed sufre "insuficiencia renal severa", por lo que los médicos han "iniciado las medidas de reanimación necesarias".
El fiscal de Lamía, en cuyo hospital está ingresado Kufondinas, ordenó la semana pasada la alimentación forzosa del reo en caso de que caiga en coma, una medida legalmente controvertida que la ONU considera tortura.
"No quiero morir, pero tal como está la situación, no me dejan otra opción", dijo Kufondinas a la doctora que le fue a visitar hace unos días y a la que ha pedido no ser reanimado en caso de caer en coma.
Toda la oposición, menos la ultraderecha, ha pedido al Gobierno que cambie su actitud, pero éste se ha mostrado firme e insiste en que esta huelga un intento de "chantaje".
En las protestas los manifestantes reclaman que un Estado de Derecho no puede ser vengativo y se deben respetar los derechos humanos de los condenados.
La organización 17 de Noviembre apareció en 1974, poco después de la caída de la dictadura de los coroneles, y fue desarticulada en el verano de 2002, cuando una bomba de fabricación casera le estalló en las manos a Savvas Xirós, uno de sus miembros destacados.
En sus años de actividad, asesinó a 22 personas, entre ellos, un destacado torturador de la dictadura y dos representantes de la CIA en Atenas, además de empresarios, políticos y editores.