Belgrado, 19 mar (EFE).- El italiano Marcell Jacobs, campeón olímpico de 100 metros, extendió su gobierno de la velocidad mundial a los 60 en pista cubierta batiendo por tres milésimas, con 6.41 -récord de Europa- al estadounidense Christian Coleman, plusmarquista mundial (6.34) y defensor del título, que a su vez batió por tres centésimas a su compatriota Marvin Bracy.
En semifinales Jacobs ya había impresionado igualando la mejor marca mundial del año con 6.45, a tres centésimas del récord de Europa establecido en 2009 por el británico Dwain Chambers, y en la hora suprema ratificó su impresionante aceleración, que le permitió contrarrestar en el último suspiro la pequeña ventaja que había adquirido Coleman con su explosiva salida.
La segunda jornada de los campeonatos coronaron también a un español, Mariano García, nuevo campeón de 800 con una marca de 1:46.20 tras un cerrado esprint con el keniano de 17 años Noah Kibet (1:46.35). Era la segunda medalla de oro de un español en la historia de los Mundiales el pista cubierta, tras la conseguida por el lanzador de peso Manuel Martínez en Birmingham 2003.
El estadounidense Bryce Hoppel (1:46.51) se alzó con la medalla de bronce por delante de Álvaro de Arriba, que redondeó el éxito español con una marca de 1:46.50 tras remontar seis puestos en la última vuelta.
Los dos españoles habían exhibido una gran solvencia en las series, y la lesión de uno de los favoritos, el británico Elliot Gilles, en el calentamiento de la primera ronda, junto a la eliminación de otro grande, el keniano Collins Kipruto, aumentaban las posibilidades de estar en el podio, aunque la final tenía más gente de lo habitual, ocho en lugar de seis.
García, líder mundial del año con 1:45.12, se vio sorprendido por la impetuosa salida del canadiense Marco Arop, que cubrió el 200 en 24.04 y el 400 en 50.50. En ese punto el atleta de Fuente Álamo había progresado ya hasta situarse a rebufo del canadiense. Cuando sonó la campana estaba colocado en situación idónea para asestar el golpe definitivo en la contrarrecta.
Kibet, con la insolencia de sus 17 años, le plantó cara, pero García no dejó escapar la presa. El africano es el medallista más joven en la historia de los Mundiales.
El estadounidense Ryan Crouser, campeón olímpico y plusmarquista mundial de peso, volvió a experimentar la maldición que parece perseguirlo en campeonatos del mundo. Al aire libre en Doha 2019 su compatriota le arrebató la gloria por un centímetro, y aquí la sido el brasileño Darlan Romani quien le ha negado el título.
Un tiro de 22,53 de Romani en la tercera ronda llevó la incertidumbre a la lucha por el oro que parecía reservado a Crouser, que hubo de conformarse con la plata (22,44), por delante del defensor del título, el neozelandés Tomas Walsh (22,31). Crouser no perdía desde que fue segundo en los Mundiales de Doha 2019, donde Romani se quedó a las puertas del podio.
La final femenina de 1.500 deparó un triplete etíope. Gudaf Tsegay, plusmarquista mundial, hizo carrera aparte. Salió de estampida, pasó el 800 en 2:06.18 y su ventaja fue creciendo con respecto al grupo, del que tiraban sus compatriotas, que a su vez dejaron atrás al resto.
Tsegay venció con 3:57.19 -récord de los campeonatos-, por delante de Axumawit Embaye (4:02.29) y Hirut Meshesha (4:03.39), mientras la española Marta Pérez llegaba décima con 4:10.23, en su tercera carrera en dos días.
La bahamesa Shaunae Miller-Uibo, dos veces campeona olímpica de 400 y bronce en el Mundial bajo techo de 2014, dominó de punta a cabo la final sin consentir que nadie le adelantara. Pasó el 200 en 23.42 y venció con 50.31, con más ventaja de la esperada sobre la otra favorita, la holandesa de 21 años Femke Bol (50.57), bronce olímpico en 400 m vallas, y sobre la jamaicana Stephenie Ann McPherson, que hizo récord nacional con 50.79.
En la final masculina de las dos vueltas, el trinitense Jereem Richards ganó la calle libre y aguantó la posición frente al acoso de sus rivales para vencer en 45 segundos justos, récord de los campeonatos. El estadounidense Trevor Bassitt llegó cinco centésimas después, seguido del sueco Carl Bengtström (45.33).
La pertiguista Sandi Morris fue la primera atleta que revalidaba título en estos campeonatos. Lo hizo con una marca de 4,80 al frente de un doblete estadounidense con la campeona olímpica, su compañera de entrenamientos Katie Nageotte, que con 4,75 ganó la plata con igual marca que la eslovena Tina Sutej.
En el heptatlón, el campeón olímpico Damian Warner tuvo que correr los 1.000 metros, última disciplina de la combinada, dos segundos más rápido que el suizo Simon Ehammer, con 2:39.56, para arrebatarle el primer puesto definitivo con una suma de 6.489 puntos que le sitúan segundo en la lista mundial de todos los tiempos.
Ehammer, de 22 años, se llevó la plata con récord nacional (6.363) y el australiano Ashley Moloney batió el récord de Oceanía para conseguir el bronce con 6.344, la mejor puntuación para un tercer puesto en cualquier competición en sala.