Casablanca, 13 oct (EFE).- La primera sesión del juicio en apelación al periodista crítico marroquí Suleimán Raisuni, condenado a cinco años de cárcel, arrancó hoy en Casablanca ante una sentada de activistas y periodistas, que pidieron su liberación y denunciaron la falta de libertad de expresión en Marruecos.
La vista, celebrada en el Tribunal de Apelación de Casablanca, continuará el próximo 27 de octubre, después de que los abogados de Raisuni pidieran hoy tiempo para preparar su defensa.
Milud Kandil, letrado del periodista, dijo a Efe que ha reclamado al juez entregar una copia detallada del veredicto en primera instancia y también que se le conceda la libertad provisional, una petición sobre la que decidirá previsiblemente el tribunal al final del día.
Kandil explicó que recurrió la sentencia en primera instancia porque se emitió en ausencia de Raisuni, quien no asistió a la mayoría de las audiencias y no fue escuchado por los jueces por problemas de salud causados por la larga huelga de hambre que mantenía cuando fue juzgado en julio.
Diez abogados acudieron hoy al tribunal de la ciudad marroquí en representación del periodista, que también fue conducido hasta allí desde la prisión de Oukacha, donde lleva más de un año preso.
A las puertas de la corte de apelación, más de veinte personas, la mayoría activistas defensores de derechos humanos pero también algunos periodistas, se congregaron en una sentada de protesta para reclamar la liberación inmediata de Raisuni y de otros informadores marroquíes encarcelados.
"La libertad de expresión no es un delito", se leía en una de las pancartas que exhibieron los manifestantes ante el edificio del tribunal.
La esposa del periodista, Julud Mojtari, que asisistió a la sentada, denunció, en declaraciones a Efe, las irregularidades que en su opinión caracterizaron el juicio del reportero.
"Albergábamos esperanzas durante el juicio de primera instancia", afirmó para añadir que el proceso se desarrolló además en medio de "una campaña en la prensa de difamación".
"El veredicto fue muy duro para Suleimán y nos ha destrozado, espero que esa tragedia no vuelva a ocurrir", lamentó.
Raisuni, detenido desde el 22 de mayo del 2020, fue redactor jefe de "Ajbar al Yawm", el único diario crítico que seguía imprimiéndose en Marruecos hasta que en marzo pasado tuvo que cerrar por asfixia financiera. El pasado 9 de julio, fue condenado a cinco años de prisión por el Tribunal de Apelación de Casablanca.
Los hechos que le valieron la condena se remontan a 2018, cuando el periodista realizaba un reportaje sobre la comunidad homosexual y entrevistó al joven A. A., quien posteriormente lo denunció por violación, aunque nunca quedó claro por qué tardó dos años en hacerlo.
El entorno de Raisuni sostiene que la verdadera razón de su persecución es por su labor periodística, muy crítica con el poder.
En un comunicado en la víspera de la apelación de Raisuni, Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió en un comunicado que el periodista sea sometido a "un proceso justo y equitativo".
RSF hizo hincapié sobre el estado de salud de Raisuni, que consideran "débil" por una larga huelga de hambre de 118 días que suspendió el pasado 4 de octubre bajo petición de su familia y activistas de derechos humanos.
La ONG, con sede en París, recordó que hay otros dos periodistas marroquíes -críticos con el poder- perseguidos por "delitos sexuales" citando al reportero Omar Radi, condenado en primera instancia a seis años de prisión por espionaje y por violar a una compañera suya del trabajo, con la que él dijo que mantenía una relación consentida.
El otro reportero, Taoufik Bouachrine, fundador y director del diario Ajbar al Yaum, cumple una pena de quince años de cárcel por agresión sexual contra varias periodistas, hechos que siempre negó.
